Mi debut en un concierto del coro –después de llevar medio año acudiendo a los ensayos con más miedo que vergüenza con el fin de ir cogiendo repertorio- fue en Ezcároz, Navarra.

El concierto salió perfecto a decir de nuestra directora y del público que llenaba la iglesia parroquial de San Román. Pude ver a una señora de cierta edad secarse las lágrimas cuando cantamos la Jota a San Román (compuesta por nuestra directora para ese concierto).

Pero lo que quiero destacar en este viaje a Ezcároz fue el desayuno con huevos fritos con chistorra y el café riquísimo que nos sirvió en su casa Claudi. Ver a todo el coro desayunando en el comedor, en la cocina y por los pasillos chupándose los dedos es una experiencia impagable… Muchas gracias Claudi y Rafa por vuestra hospitalidad.

José Luis B.